Ser sencillo es lo que te hace grande

Grandeza Elevación de espíritu, excelencia moral  (RAE)

 “No temáis a la grandeza, algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.” (William Shakespeare)
Pasaban cinco minutos de las nueve de la mañana de este pasado domingo en la cordillera del Himalaya, cuando  Carlos Soria coronaba su 12º ochomil, con 75 años, la persona de más edad en llegar a la cima de la tercera montaña más alta del mundo, la cumbre del Kanchunjunga. No hay un día en que él no se prepare físicamente para afrontar su gran sueño, convertirse en la persona de más edad en completar los 14 techos de la Tierra. ¡Qué grandeza! “No hay en todo el mundo un triunfo verdadero que pueda separarse de la dignidad en el vivir” David Starr Jordán.
En cuanto me llegó ese tweet, pensé inmediatamente en otra persona grande, más o menos de esa edad, que me ayudó tanto en mi Camino, el P. Humberto OSA. Otra persona grande, capaz de transmitir a través de sus gestos y de su ejemplo, su voluntad de compartir, su integridad, su humildad, su mesura, su serenidad, su valor, su paciencia, su prudencia exquisita, su esfuerzo, su  valentía, simplicidad, su fuerza, su modestia, su humildad, su seguridad …,en definitiva, su carácter capaz de regalar esa capacidad tan suya de vivir, de amar y de aprender sin peros, sin condiciones.
Es ese carácter lo que se comunica con la mayor elocuencia. “En las manos de toda persona está depositado un maravilloso poder para el bien o el mal, la silenciosa, inconsciente, invisible influencia de su vida. Esta es simplemente la emanación constante de lo que el hombre es en realidad, no de lo que finge ser” (William George Jordan). Los desafíos y las dificultades siempre hacen aflorar lo que verdaderamente somos y lo que somos puede transmitirse con una elocuencia mucho mayor que cualquier cosa que digamos.
Las personas tan grandes nos enseñan con su vida que todo es posible si somos fieles a esos principios que están arraigados en lo más profundo de nosotros mismos, si no traicionamos nuestra integridad y si nos acompaña la fuerza de nuestro carácter. Eso es lo que blinda el alma frente a las faltas de respeto, las mentiras, las amenazas o la manipulación. Vivir al margen de estos principios, saliendo del paso mediante el falso encanto y las habilidades sociales, aparentando interés e intentando producir impresiones en los demás que acaban siendo inciertas, es vivir confundido entre lo que se es en realidad y lo que se finge ser. Realmente, sólo hay un camino que permite dormir a gusto: esforzarse honestamente día tras día. “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito” (Aristóteles).  Siempre se cosecha lo que se siembra, no hay atajos.

El primer regalo de este post, un proverbio  especial, atribuido al escritor inglés Charles Reade que recoge la ley universal de la siembra y la cosecha (Gálatas 6:7-10; Corintios 9:6) “siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter, siembra un carácter, cosecha un destino”.
El segundo: un video de una de las conferencias de Mario Alonso Puig sobre la grandeza, que termina con una frase de Albert Camus espectacular: “En lo más profundo del invierno descubrí dentro de mí un ser humano invencible”, no os lo perdáis.
Por todo, GRACIAS de corazón, por enseñarme con vuestra vida que, para ser grande, tienes que aprender a ser pequeño porque la humildad es la base de la verdadera GRANDEZA.
Todos los besos